sábado, 22 de marzo de 2008

¡Ey Don, otro vasito vino!


Es quizá la frase más escuchada en los lugares de los que voy a hablar hoy. Cualquier canario que me lea sabrá de lo que estoy hablando cuando me refiero a los "guachinches"

Estos "guachinches" son los bares-restaurante completamente típicos de Tenerife. Hay gente de Gran Canaria que se refiere a ellos como bochinches, pero desconozco si esto se extiende al resto del archipiélago. Suelen encontrarse por la parte norte y más interior de la isla. Se les reconoce rápidamente por cualquier foráneo.

Son unos establecimientos donde importa más la sensación de sentirse como en casa frente a todas las pijadas de los restaurantes de muchos tenedores. Cuentan con menos comodidad que otro tipo de restaurantes más asentados. Generalmente son negocios muy familiares donde el marido (el don) es el que sirve y la señora (la doña) es la que cocina un menú que sabe a casa. El comensal tiene la sensación de estar en su propio hogar siendo perfectamente consciente de que ha salido fuera a comer.

Es por ello por lo que estos sitios tienen una gran acogida entre el pueblo canario y foráneo. Un factor que ayuda poderosamente a la afluencia de estos lugares es el vino de la casa. Es cierto que con el tiempo esto se ha ido profesionalizando, pero la tradición antiguamente era que el bodeguero ofreciera al visitante una copita de vino acompañado de una tapa preparada por la señora.

El nombre tiene su historia, como no podía ser de otra manera. Al parecer, han tomado esa denominación por una deformación de la expresión I´m watching you! utilizada por los agricultores canarios, que montaban sus tenderetes con intención de vender sus productos al comprador inglés generalmente.

Pero de lo que podéis estar seguros es que la manera mejor de comprobar todo esto se consigue exclusivamente acudiendo a estos lugares donde amablemente te van a recibir.

...Y si después de sentarte, echarte unas risas con tus compadres levantas la mano diciendo aquello de: "¡Ey don, otro vasito vino!"

Volverás.

1 comentario:

Ruymán Reyes Castro dijo...

Chacho! No seas belillo y ponme otro tanganazo ahí...