domingo, 9 de marzo de 2008

El primero en votar


Un domingo como hoy, cerca de las ocho de la mañana, sólo puedes ver dos tipos de personas: Los que vuelven de una noche fiestera o, por el contrario, gente que acude al colegio de turno para constituir la que será mesa electoral. Normalmente yo siempre me inscribo en el primer grupo, pero hoy mi lugar estaba en el segundo de ellos.

Acudíamos todos, resguardando y calentando con la mano el papel que nos daba un personaje en este juego de rol. El presidente y su suplente, el primer vocal con sus dos suplentes y el segundo vocal con sus dos suplentes. Yo era precisamente este último: el segundo suplente del segundo vocal, además de ser el más joven entre los presentes.

En referencia a la edad, únicamente mi "superior" (el 2º vocal) había repetido experiencia hacía 10 o 12 años, cuando era un chaval como yo. Para el resto era su primera vez.

El caso es que delimitada cuál iba a ser nuestra aula, empezamos a montar todo el chiringuito. Empezamos a agrupar todas las mesas y sillas, transportamos las urnas, la caja de sobres y papeletas amén de la cabina que presentaba unas arrugas en sus cortinas producto de no haber sido utilizadas en 4 años.

El caso es que llegó la representante de la junta electoral y tomó constancia de que todos los convocados estábamos allí presentes. La nuestra fue la única mesa formada por todos los titulares. En algunas otras se tuvo que recurrir a suplentes. De hecho, en una de ellas, no se presentó ningún titular y no todos los primeros suplentes. Puedo presumir, si es que podría considerarse un elogio, de haber sido la mesa más formal de todas las que formaban la circunscripción de mi barrio en la ciudad de Toledo.

Curiosidades las del protocolo electoral. Me llamaron la atención dos aspectos que pude leer en el pequeño manual que nos dan a todos los convocados. En primer lugar, que se puede ejercer el derecho a pesar de tener el DNI caducado; en segundo lugar, que en caso de fallar los titulares y los suplentes para el cargo de presidente o vocales, se adjudicará esa función al primer ciudadano que se pase por el colegio electoral.

La mesa quedó constituida como manda la ley: a las 8:30. Los suplentes nos convertimos en meros ciudadanos que esperaban para votar. Media horita para salir a tomar el fresquito, un café, un pitillo... hasta que la campana de la iglesia cercana nos avise de que la votación puede comenzar a las 9 de la mañana.

Y así lo hice. Voté decididamente.

1 comentario:

* LaR@ * dijo...

Holaa futuro periodistaaaaaaaaaaa¡¡¡soy LARAAAAA¡¡¡¡Sigue escirbiend tn bieeennn¡¡;) un besazooooooooooo¡¡muaaakk