sábado, 12 de enero de 2008

Dentro de un mes estaré licenciado de verdad

El día 12 de febrero seré libre, Dios mediante. Sólo me quedan 30 días en los que compaginar mi trabajo en el gabinete de prensa del Colegio Oficial de Físicos (COFIS) con las dos asignaturas que me quedan de la carrera.

La gente que me rodea ya está hasta las narices de escucharme decir que cada vez me jode más pasarme por la facultad. Mi etapa universitaria terminó en junio del curso pasado. Con esta graduación sentí cómo se iba mi etapa de estudiante. Sí, es cierto que todavía me quedaban unos cuantos cabos que atar. Pero la vida universitaria no es ni mucho menos afrontar exclusivamente cada una de las asignaturas; la gente que está contigo esa etapa de tu vida también es fundamental, y los míos ya pasaron, ya salieron de allí. Con esto quiero decir que mi paso actual por la facultad es meramente trivial. Me considero un fantasma del que nadie se percata; nadie le habla, nadie le ve, nadie reacciona ante él. Es cierto que podría comportarme de otra manera pero no me apetece, no me parecería coherente.

A falta de un mes para abandonar definitivamente ese edificio, ahora me encuentro en etapa de entrega de trabajos. Este fin de semana tengo que terminar uno sobre la historia del libro que estamos haciendo en grupo. Mi misión es viajar desde los inicios del Cristianismo hasta el Renacimiento. Son estos trabajos con hora límite de entrega donde te sientes como la imagen que pongo a continuación.


Ya sé que no es una foto que diga mucho, pero imaginaos tan sólo por un instante que ese perro con esa mirada ,ahogada en pena, pudiera hablar, porque seguramente diría algo así: "Por favor, atad un bloque de cemento al extremo de la correa y lanzadme por un balcón"

Bromas aparte, espero no tener problemas con las dos asignaturas que me quedan y que últimamente me están amargando un poco la vida. Y eres más consciente de eso cuando tienes un pie puesto en el mundo laboral. Hasta que el otro pie entre en el mundo profesional no me sentiré completo y orgulloso de mí mismo.

Pero como diría D.Manuel, uno de los profesores al que quiero mucho de esa escoria hecha edificio: "Somos machadianos, Antonio". Pues quizá tenga razón.

P.D. Lo que voy a comentar ahora no tiene nada que ver con el tema principal, pero no quería cerrar el post de hoy sin recordar a mi padre pues hoy, de seguir vivo, hubieras cumplido 56 años. Felicidades Papá. Te quiero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un post estupendo tío. Ya verás cómo sí y en nada ya estás licenciado de cara a la Secretaría y no tienes que volver por ese antro. ¡Y lo celebraremos con un Mesa!

Sólo te falta un último empujoncito, y zas xD