Un diploma por haber ordenado la cabeza

Tras la jornada de hoy, ha finalizado el seminario en el que he participado, organizado por el CIEMAT. Y tal actividad nos la han reconocido a los alumnos en el correspondiente diploma.

Antes de exponer mis impresiones, me gustaría comentar que el CIEMAT es una ciudad, como podéis apreciar en la foto, y ni mucho menos un simple edificio, como el abajo firmante pensaba al acercarse por primera vez. Es uno de los más grandes centros que hay en España dedicado a la investigación en campos muy diversos.

Precisamente ha sido personal de este mismo organismo público quien ha impartido las clases durante estos cuatro días. Nos han hablado de energía nuclear, de física de partículas, contaminación residual, contaminación atmosférica y calidad del aire, energía eólica, los diferentes tipos de energía solar, y algunas nociones sobre combustión, gasificación...Todo con el firme propósito de iluminarnos un poco y evitar algunos errores conceptuales que se cometen en materia científica por muchos periodistas hoy en día como por ejemplo, la no diferencia entre energía nuclear de fisión o de fusión, que entraña muchos matices.

He quedado satisfecho, a pesar de que por cuestiones externas, tuvieron que cancelar la clase sobre astrofísica, la cual todos esperábamos con un poquito más de interés.

Entre mis compañeros (no más de 10) la mayoría éramos periodistas, salvo alguna contada excepción como algún físico que también se unió. Todos los compañeros hacíamos labores muy parecidas y manejábamos las mismas fuentes. Fue una gran satisfacción encontrarme con gente que trabajaba en la misma dimensión que yo y que trataba los mismos temas con los que yo me encuentro cada día.

Y como en nuestra profesión son muy importantes los contactos, nos dimos las señas de unos y de otros además de la forma de contactar con algunos de los ponentes que nos impartieron las charlas. Y todo esto de la manera como más nos gusta a los periodistas: desayunando a cargo de la empresa.