"Niño, llévate la cámara hoy por Toledo"

Una foto con cara de circunstancia, muy cercana a la hora de llenar la barriga con todo el arsenal alimenticio que mi madre había estado preparando para el día de hoy. Este sábado hemos tenido más gente en casa que los habituales. Eufemio y Mayte, los padres de Dani han venido a comer, acompañados de Laura, a la que muchos recordaréis por ese blog sin actualizar jeje.

Hoy ha tocado otra visita turística por Toledo. Sin embargo no ha hecho el calor suficiente en las primeras horas como para equiparse con los pantalones cortos, los calcetines y las cholas (o chanclas, como se entiende en la península). A pesar de eso, hemos hecho el habitual recorrido por las escaleras mecánicas, pasando por el Monasterio de San Juan de los Reyes, el barrio de la judería con sus sinagogas, la catedral hasta acabar en la plaza principal: La plaza de Zocodover, a partir de ahí hemos iniciado el camino de vuelta a casa donde nos esperaba una comida que devolvía la vista a un ciego; o mejor aún: nos volvimos ciegos de tanto comer. No obstante, es bueno contar con personas como Eufemio que hacen más llevadera la tarea de despachar una buena botella y de la que dimos cuenta ambos.

Posteriormente nos tiramos en el sofá y a darle caña a la Wii, que eso viene muy bien para todo en general. Unas cuantas partidas a cuatro con el Mario Kart, símbolo de videojuego para pasar en familia, justo la sensación que me invadía estando todos juntos esta tarde.