No hay que ser muy avispado para saber la canción que voy a poner hoy viernes. O se está metido en un búnker a kilómetros bajo tierra o es imposible evitar el contagio por la fiebre del Chiki Chiki.
Rodolfo Chikilicuatre, el personaje interpretado por el actor David Fernández, ha conseguido devolver la atención mediática a un festival músical de ámbito internacional que ha ido alargando su agonía cuando todos nos preguntábamos la verdadera razón de nuestra presencia allí.
Entonces apareció Chikilicuatre con una canción sencilla, parodia de todo el ritmo latino que aunaba en poco más de un minuto todo lo peor del reggeaton unido a una letra íntimamente ligada a las peculiaridades de España. La sociedad le acogió rápidamente. Cuando ya se supo de su candidatura oficial le retocaron parte de la canción para adaptarlas a las ¿exigencias? de un festival que ha acabado en el pozo de la respetabilidad.
Este actor, que vendía joyas por las casas de Barcelona, decidió estudiar interpretación en la escuela de Nancy Tuñón hasta que fue la productora de la Sexta (El Terrat) quien necesitó de sus servicios para crear un personaje televisivo, un producto comercial con marca propia capaz de aspirar nada más y nada menos que representar a todo un país en Eurovisión y que, además, estuviera refrendado por la sociedad -tan cansada de las representaciones anteriores.
Y finalmente lo consiguió. El resto de su periplo lo averiguaremos a partir de mañana.
Rodolfo Chikilicuatre, el personaje interpretado por el actor David Fernández, ha conseguido devolver la atención mediática a un festival músical de ámbito internacional que ha ido alargando su agonía cuando todos nos preguntábamos la verdadera razón de nuestra presencia allí.
Entonces apareció Chikilicuatre con una canción sencilla, parodia de todo el ritmo latino que aunaba en poco más de un minuto todo lo peor del reggeaton unido a una letra íntimamente ligada a las peculiaridades de España. La sociedad le acogió rápidamente. Cuando ya se supo de su candidatura oficial le retocaron parte de la canción para adaptarlas a las ¿exigencias? de un festival que ha acabado en el pozo de la respetabilidad.
Este actor, que vendía joyas por las casas de Barcelona, decidió estudiar interpretación en la escuela de Nancy Tuñón hasta que fue la productora de la Sexta (El Terrat) quien necesitó de sus servicios para crear un personaje televisivo, un producto comercial con marca propia capaz de aspirar nada más y nada menos que representar a todo un país en Eurovisión y que, además, estuviera refrendado por la sociedad -tan cansada de las representaciones anteriores.
Y finalmente lo consiguió. El resto de su periplo lo averiguaremos a partir de mañana.
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