
Resulta que me acerqué esta mañana a la chica de recursos humanos para recomendarle el curriculum de un amigo que estaría interesado en trabajar en turno de tarde en mi puesto de trabajo mientras yo cubro las mañanas. Me dice que sí, que le pase el curriculum y tal. Posteriormente vuelvo a mi puesto y -haciendo un breve receso- también le comento este asunto a mi jefe.
Le voy explicando someramente parte de su experiencia, sus intereses... y parecía reaccionar bien. Cuando terminé sólo me preguntó una cosa:
- ¿Pero es estudiante o está ya licenciado?
- Es licenciado, de mi año.
- Vaya, que pena, siendo un periodista titulado va a ser algo más complicado.
Ya sé que no es algo que me pille de sorpresa, pero no deja de ser un mazazo más a la cruda realidad de la profesión. Constesté con un "ya, me lo imaginaba" y en silencio volví a mi rutina.
3 comentarios:
no te rayes, un besote
COMO VES, SIEMPRE HAY ALGUIEN PEOR QUE TÚ. AMAYA.
No sé porqué, pero no me extraña nada... Así funcionan las cosas, así va el mundo periodístico. En fin,dentro de poco estarás muchísimo mejor. Ale, a pasarlo bien. Un periodista
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