lunes, 12 de mayo de 2008

La profesión de las treinta monedas de oro

Esta tarde ha sido desestimada en los juzgados de Toledo la petición de medidas cautelares que hiciera la hermana de la Princesa de Asturias: Telma Ortiz. La demandante esgrimía un ataque contra más de 30 medios de comunicación incluyendo televisiones nacionales y autonómicas, revistas del corazón, agencias, etc a través del cual, pedía que no le tomaran imágenes de su vida privada y mucho menos que las publicaran.

Es el primer caso en que un personaje público arremete en los juzgados con una demanda previa, es decir, no demanda a los medios después de la publicación de una fotografía, sino en previsión de lo que estos puedan publicar.

Los medios de comunicación demandados han recurrido a su status de personaje público dado su parentesco con un miembro de la Familia Real. Además, la aplicación de estas medidas que protejan la imagen de Telma no afectaría a los paparazzi, pues la mayoría de estos son meros colaboradores y no tienen contratos que les vinculen a estas empresas.

Estas cosas pasan en un país como este, donde no hay una transparencia jurídica en lo que al derecho a la información se refiere. En España se confunde el derecho a la información (uno de los derechos fundamentales de la persona) con el sucio y vil cotilleo de corrala. Ante un panorama nada clarificador y donde todo se consigue a golpe de chequera, los medios de la prensa rosa han puesto el grito en el cielo con su victimismo acerca de que la censura previa es una medida claramente inconstitucional.

Telma Ortiz y su pareja, han recurrido al artículo 18 de la Carta Magna, que establece la protección del honor, intimidad y propia imagen para escudarse de la jauría sarnosa en forma de periodistas. Alegan posteriormente que en ningún caso han hecho ostensible su condición salvo en actos públicos, de los que no tenía queja alguna. Por eso pedía respeto para su vida privada.

El caso es que el fiscal defiende que se pueda prohibir la difusión de imágenes que han sido grabadas pero no publicadas hasta ese momento. La hermana de la Princesa se ha metido en este fregado porque presentó como pruebas una imágenes ya publicadas y esa ha sido la nota que no ha gustado a la juez. Otro argumento en contra de Ortiz es la discriminación a la que estarían sometidos otros medios no denunciados por la demandante en el caso de que se aceptara la censura previa a favor de esta mujer.

Para animar más el cotarro, fuera de los juzgados de Toledo se ha montado una manifestación a favor de la prensa rosa y que apoya claramente a la treintena de medios de comunicación demandados.

Se me olvidaba apuntar un pequeño detalle. Telma Ortiz -puesto que la juez ha desestimado la petición de medidas cautelares- podría tener que abonar la cantidad de 50.000 € a razón de costes judiciales.

Poco podemos esperar de un país hecho de tele-mierda (y no telebasura, pues esta última se recicla) como dijo en una ocasión Sánchez Dragó quien, de muchas tonterías que dice, alguna vez suelta algo bastante decente.

Ah, y todo esto lo dice uno del gremio, de los pocos que no hubiéramos aceptado la traición a una bonita profesión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con el cotilleo vil, pero yo creo que la condición de personaje público lleva ventajas e inconvenientes. Como las ventajas en el caso que estás tratando las tiene... Por cierto, ¿le has vistos por Toledo alguna vez?, ja, ja, ja. Amaya.

New York Friki Boy dijo...

"Para animar más el cotarro, fuera de los juzgados de Toledo se ha montado una manifestación a favor de la prensa rosa [...]."

Esto sí que es triste.