domingo, 17 de febrero de 2008

Me sentí vivo anoche

Lamento no disponer de ninguna foto que pueda ilustrar o simbolizar de alguna manera la noche tan estupenda que pasé ayer. Anoche, el grupito de siempre, volvimos a salir por el Copérnico que a pesar de la ausencia de Laura y Dani, por un repentino dolor de estómago del componente del Mesa, se añadió Claudia por primera vez a la fiesta.

Javi, Bea, Claudia y yo estábamos en el sitio a la hora acordada. Faltaba Ana con su novio Jorge, además del incombustible Carlillos. Tras pasarse por el forro la puntualidad (más de una hora), los cuatro que estábamos pusimos rumbo al local donde íbamos a instalar el campamento.

Coincidimos en el local con una fiesta organizada por los alumnos de Sociología de la Complutense. Mejor, más ambiente. Tanto es así que las cortinas del local se abrieron no mucho rato después de estar nosotros ahí...dejando que la música nos poseyera.

Anoche tenía unas ganas inmensas de salir. Hacía mucho tiempo que no me descargaba bailando por la noche y quería sentirme vivo allí dentro. Esto no fue muy difícil de conseguir cuando, a pesar del retraso, aparecieron finalmente los tres miembros que quedaban. Pronto todos nos pusimos a bailar, motivados, sudando hasta que el cuerpo nos pedía líquido que íbamos a reponer a la barra. La música ayer fue bastante variada, no nos cansamos de ningún estilo que en otras ocasiones ya nos resultaba empachoso.

Volvimos a intentar pedir el Mesa. El tema es que no nos sorprendió nada la reacción del dj. Primero nos dijo que no aceptaban ya peticiones de la gente. No obstante nos preguntó la canción que queríamos. "El mesa que más aplauda" dijimos. "No la tengo"- respondió el dj a la vez que le crecía la nariz como a Pinocho. "Pero si la hemos escuchado aquí alguna vez" dijo Javi. "Pues conmigo no sería" En fin, lamentable.

Pasaron las horas y decidimos que Bea y Claudia volvieran a intentarlo. Curiosamente la respuesta ante las dos chicas fue "Ok, a ver si lo encuentro por aquí y lo pongo". Desgraciadamente al final se ve que no la encontró. El dj debió pensar que sería mejor opción poner temas de techno adaptados al reggeaton, pues es lo que hizo.

El caso es que ya cuando la música estaba derivando al gitaneo propio de "Jennys y Jonahs" nos fuimos de allí. A la salida uno de los puertas del local me paró para darme una consumición gratis para la próxima vez que apareciera por allí.

Acompañé a Claudia a su casa y, volviendo a ser consciente del dolor de pies que tenía, puse rumbo a mi cama.

Hogar, dulce hogar.

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