
Hoy, como la de ayer y la de mañana ha sido de esas tardes. Después de pasarme por casa de Claudia decidí irme al centro con la cámara bajo el brazo a intentar cacharrear un poco con las funciones más técnicas -a pesar de que la meteorología hoy no acompañaba para nada. Me he dado cuenta de que es una cámara que ofrece una barbaridad de posiblidades si se saben explotar. Eso es lo que yo pretendo y que estoy seguro que conseguiré con el aprendizaje de la teoría y todo mi hacer práctico.
Hacer fotos y las pruebas en casa de uno está bien al principio, pero todo tiene un límite. Hoy necesitaba salir por ahí a disfrutar de esta afición que cada vez va más ligada al trabajo. Dicho y hecho me pegué un paseo hasta Plaza España, donde me dediqué a fotografiar varios motivos. El ejemplo que os pongo arriba es de una de las estatuas de la fuente principal. Me dediqué hoy a probar el mismo motivo con diferentes valores de apertura y velocidad. Eché de menos un buen trípode para evitar la trepidación con velocidades de exposición lentas (las más apropiadas para lograr el movimiento del agua)
Así estuve bastante rato, no me moví mucho. No puedo recordar la de gente que se acercaba al abajo firmante con un "disculpa, ¿podrías...?" a la vez que me mostraban su cámara de bolsillo. "Claro, no hay problema" respondí. Al fin y al cabo para eso estábamos todos allí.
El problema vino cuando el cielo se siguió nublando y la temperatura comenzó a bajar. Hacía frío, coño, mucho frío. Replegué todo el equipo y tras pasarme por mi segunda casa -el Fnac- volví (en metro) hacia el dulce calor del hogar.
Y tras ponerme cómodo, pensé: "Venga, a actualizar el blog"
1 comentario:
Ánimo, con el tiempo te harás de un equipazo fotográfico. Un besazo. mayte
Publicar un comentario