
A través de una cuidada disposición de diferentes fotografías, que junto con una mimada labor de ajustes en contrastes, filtros, perspectivas y otras variables, es capaz de conseguir efectos tan curiosos como el ejemplo que os pongo arriba.
Estas "fotos" están a medio camino entre la fotografía pura y la ilustración. Las fronteras entre las mismas quedan difusas a la vista de estas obras de arte. No voy a entrar en el debate que hay abierto desde hace años sobre la legitimidad del retocamiento fotográfico a través del archiconocido programa informático de Adobe.
En su página web tiene colgadas muchas más muestras de las que esta es únicamente una muestra de la calidad que destila. Además, por la red hay algunos tutoriales con los resultados que se pueden obtener tras aplicar el efecto Dave Hill. Yo ya lo estoy probando con algunas fotos propias y os aseguro que es una gozada.
Y no quería despedirme sin recordaros que miréis la imagen de arriba y penséis:
¡Cómo te queremos Rey Misterio!
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