sábado, 19 de abril de 2008

Una mujer que los tiene bien puestos

Leo en Periodista Digital una noticia digna de entrar en la cantidad de historias de la era Aquarius. Como dice la marca de bebidas, filial de Coca-Cola: "El ser humano es impredecible".

La protagonista de la historia es una anciana de 86 años que ha recibido una importante oferta económica por el consentimiento de demoler su casa e instalarla a ella en otro lugar. La vivienda de la señora, que podéis ver en la imagen, es el único obstáculo que le queda a la constructora para llevar a cabo la construcción de sus nuevos bloques de viviendas.

La señora se llama Edith Macefield y se mudó a su casa hace más de 44 años. El caso es que se ha subido al carro y cual caballo de carreras, que sólo mira el camino recto a la meta, no han conseguido echarla de su domicilio. Ella afirma que el dinero no le importa, que no le entusiasma nada la idea de vivir los últimos años de su vida rodeada de lujos sino que prefiere estar en la casa que ha habitado durante casi medio siglo.

El caso es que los de la constructora siguen con la obra hasta que ya no puedan hacer más. La vieja está orgullosa de haber rechazado la oferta y afirma orgullosa que "yo pasé por la II Guerra Mundial, el ruido no me molesta. Algún día se callarán". De momento, lo que Macefield hace es subir bien alto el volumen de su televisor para menguar o disimular los ruidos de las excavadoras, grúas, etc.

Seguramente cualquier otra persona habría aceptado la jugosa oferta, pero como vemos en ocasiones, el ser humano es impredecible.

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