martes, 15 de abril de 2008

El panadero de toda una generación

Esta mañana en el trabajo mientras buscaba noticias me he dado de bruces con una que hubiera preferido no leer. Chema, el panadero de aquella gran serie infantil que fue Barrio Sésamo, ha muerto con 51 años a causa de un cáncer de pulmón contra el que llevaba luchando un tiempo. Me ha dejado muy afectado e incluso he derramado alguna lágrima. Nunca se acostumbra uno a noticias como esta, que se te presentan así, sin avisar. Otro grande que se nos va por una enfermedad que arrastra a tantas y tantas personas en la actualidad.

Chema era el alegre panadero al que daba vida el actor Juan Ramón Sánchez que se metió en Barrio Sésamo animado por Chelo Vivares, la actriz dentro de Espinete y con la que posteriormente contraería matrimonio hasta el final de sus días. Su papel en la serie creaba mucha complicidad con los niños que nos quedábamos atontados viendo cómo esa "persona mayor" era capaz de entendernos y de hacernos reír. En nuestra retina permanecerá ese joven y jovial panadero que antes de abrir su negocio ya iba manchado hasta el cuello de harina, pero que encontraba cualquier excusa para cantar y bailar. Fue uno de los rostros más populares de aquellos años conocido por ser el fiel cómplice de las travesuras de Espinete y los demás niños del barrio.

Tras la cancelación de Barrio Sésamo, continuó su carrera esporádicamente en el cine, pero fundamentalmente pasó el resto de sus años sobre las tablas del teatro. Actualmente estaba en el teatro Tribueñe. Murió mientras estaba en activo, con las botas puestas.

A continuación os dejo su última aparición en televisión, en una gala el año pasado emitida por TVE donde reunieron a los personajes de tan magnífica época y donde vimos al incombustible Chema visiblemente cambiado por el paso de los años. Sin embargo, en cuanto abrió la boca, nos emocionamos al ver que no nos lo habían cambiado, que era el mismo de siempre.

Hasta siempre, viejo amigo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

No he disfrutado de él, era mocita y tenía que estudiar. Por desgracia la enfermedad a veces es implacable. Amaya.

Anónimo dijo...

qué pena, ayer lo oí en la Ser, en el programa La ventana lo estuvieron diciendo, qué pena. Un besito. Mayte