Todas las mujeres del Presidente

Es inevitable no referirse hoy a la toma de posesión del cargo de ministro que han tomado nuestros idem en el Palacio de la Zarzuela teniendo como testigo a una lista encabezada por los Reyes seguida por el Presidente del Gobierno, el Presidente del Congreso, el Presidente del Senado, la Presidenta del Tribunal Constitucional y el Presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo.

Zapatero apostó en la pasada legislatura por la populista medida de la paridad. En esta ocasión ha querido ser más papista que el Papa y ha aumentado en uno la cuota femenina entre los ministros. Naturalmente esto se vende como una señal de progresía y de modernidad por parte de nuestro Presidente. Todos sabemos que el sentido común es el menos común de todos los sentidos y Zapatero parece que necesita a mujeres a la fuerza dentro de su equipo de gobierno para sentirse tan progre como el que más. Mi opinión es la de que se otorgue ese puesto al individuo más capacitado, sea hombre o mujer. Teniendo esto claro no habría molestia alguna si se diera el caso de que todos fueran hombres o todos mujeres. Zapatero nos da la impresión de que es necesario aumentar la cuota femenina para que el gobierno sea más eficaz. En fin...

Aunque si uno se para un poco a pensar, lo malo no es que haya "x" número de hombres o de mujeres. Lo curioso es ver las competencias que arrastra cada uno de los cambios, por no hablar de la cantidad de logotipos impresos en diverso material que habrá que tirar y remplazar por los actuales (pagado por el fiel bolsillo del contribuyente)

Uno se sorprende de la permanencia de Magdalena Álvarez (Fomento) en una cartera que ya bastantes problemas acarreó para la ciudadanía y que ha decidido no bajarse del sitio. El Ministerio de Vivienda, anunciado tan a bombo y platillo en la pasada legislatura, ha contado con dos representantes en el cargo a la que actualmente se suma una tercera: Beatriz Corredor. Zapatero evidentemente piensa que cambiando tantas veces ese ministerio se solucionará el mayor problema que tiene este país.

Precisamente la ministra de Vivienda saliente, Carme Chachón, ha pasado a ocupar la cartera de Defensa. Por primera vez una mujer va a estar al mando de los militares. Una catalanista al frente del ejército patrio que tanto ha criticado en el pasado va a dar más de una anécdota. Si ya de por sí su condición de mujer no ha hecho mucha gracia entre algún círculo de los militares, imaginad cuando la susodicha coja la baja de maternidad. Que Alonso no se vaya muy lejos del Congreso, no sea que le toque darse una vuelta dentro de no mucho tiempo.

No quiero pasar por alto la mención de las nuevas competencias en política social que acoge Mercedes Cabrera al frente del reformado Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Si ya de por sí, nadie sabe por dónde coger el tema de la enseñanza, Zapatero ha creído conveniente endiñarle otro marrón a la titular de educación; y no precisamente un tema cualquiera, sino las competencias bandera de su programa.

La que fuera ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha dejado el selecto club de Zapatero. Las competencias las asume la veterana Elena Espinosa en su refundido ministerio. Veremos cómo una economista se las arregla con el tema del trasvase, cargándose de más problemas que los que ya tenía.

Cristina Garmendia ha jurado esta mañana como líder del nuevo ministerio de Ciencia e Innovación. Es el que menos escepticismo me crea y del que presiento que oiremos hablar mucho en los próximos meses, junto con Bibiana Aido encargada del Ministerio de Igualdad, que ya veremos próximamente las líneas de actuación. Lo que me genera más dudas es poner a una declarada feminista al frente de un cargo cuya bandera es la igualdad. Supongo que será la primera de muchas contradicciones.

Y como dijo este mediodía la propia Bibiana Aido emulando a Zapatero en los debates electorales: "Buenas tardes y buena suerte"

El que avisa no es traidor. Nos va a hacer falta.