Después del vídeo de ayer, que a propósito, evitaré mencionar el símil de lo mucho que le gusta al conejito abrazar la zanahoria, darle besitos y tal...arranca el post musical de este viernes con un temazo que ya estaba deseando poner.
Hoy me he decidido porque es precisamente el estilo de música que contrasta enormemente con la canción que puse el viernes pasado y no voy a escuchar esta noche de ninguna de las maneras. Resulta que hemos quedado para salir en contra de mi voluntad a las zonas más pachangueras de Madrid donde acuden los que acaban de cumplir la mayoría de edad y demás casquería. Esto es, Alonso Martínez.
La canción de hoy es techno-progressive. Es del grupo Scooter y tiene un nombre claro y conciso: "Move your ass"
No soy un gran seguidor de este estilo de música, pero soy capaz de valorar algún tema en concreto que acogería esta noche con gozo en medio de todas las generaciones de triunfitos. Este tema me parece especialmente significativo por el incansable ritmo que mantiene a lo largo de tres minutos y medio. Tiene ese distintivo momento de pausa donde la gente acumula fuerzas para el subidón. Es entonces cuando descargas toda tu adrenalina y el ritmo pastillero.
Muy apropiada para una hora avanzada de la noche; unos momentos cuando a la gente todo le importa poco y le da igual la carne que el pescado.
Hoy me he decidido porque es precisamente el estilo de música que contrasta enormemente con la canción que puse el viernes pasado y no voy a escuchar esta noche de ninguna de las maneras. Resulta que hemos quedado para salir en contra de mi voluntad a las zonas más pachangueras de Madrid donde acuden los que acaban de cumplir la mayoría de edad y demás casquería. Esto es, Alonso Martínez.
La canción de hoy es techno-progressive. Es del grupo Scooter y tiene un nombre claro y conciso: "Move your ass"
No soy un gran seguidor de este estilo de música, pero soy capaz de valorar algún tema en concreto que acogería esta noche con gozo en medio de todas las generaciones de triunfitos. Este tema me parece especialmente significativo por el incansable ritmo que mantiene a lo largo de tres minutos y medio. Tiene ese distintivo momento de pausa donde la gente acumula fuerzas para el subidón. Es entonces cuando descargas toda tu adrenalina y el ritmo pastillero.
Muy apropiada para una hora avanzada de la noche; unos momentos cuando a la gente todo le importa poco y le da igual la carne que el pescado.
1 comentario:
Más de uno lo piensa pero no lo dice por aquello de mantener las apariencias (me refiero a lo del símil). Buena noche. Amaya.
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