lunes, 7 de abril de 2008

¿Cuál es tu momento "Amelie"?

Amelie es mucho más que una película de culto dirigida por Jean-Pierre Jeunet y protagonizada por Audrey Tatou. Es también un excelente trabajo musical de mano del compositor Vann Tiersen. Pero también es algo más: es un canto y un bonito poema cinematográfico al placer que se encuentra en las cosas más bonitas y pequeñas de la vida.

Hoy ha sido un día bastante durillo en el trabajo. Hay días mejores que otros, está claro. Pero bueno, después de comer me apetecía darme un paseo por el centro en busca de algún pequeño placer que, como a Amelie, le diera la oportunidad de acostarse pensando: "qué bonito ha sido este momento hoy"

La película ya la adquirí hace bastante tiempo. No así su impresionante banda sonora, la cual he conseguido esta tarde después de haber visto una rebaja relámpago. Escribo estas líneas mientras escucho cada uno de sus sugerentes temas.

Venía de vuelta para casa dando un paseo. arecía que el espíritu de Amelie comenzaba a entrar en mi cabeza. He comenzado a entender el placer de lo cotidiano. Tanto es así que me he parado delante de una famosa panadería y me he llevado una gran palmera de chocolate para disfrutarla en casa, con un buen vaso de batido de vainilla. He encontrado un inmenso placer mientras, estando solo en casa, disfrutaba merendando al compás de la música de esta grandiosa película.

Amelie tenía otro pequeño placer: observar la cara de la gente durante la proyección de una película en una sala de cine. Yo también lo comparto y eso sentí mientras observaba, tímidamente como con miedo a ser descubierto, el rostro de Claudia el sábado por la noche cuando disfrutábamos de "El lago de los cisnes" en plena Gran Vía. Eso sí que fue otro momento "Amelie".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la felicidad, la vida es eso, saber encontrar todo lo bueno en los pequeños momentos. No pierdas esa capacidad. Un besote. Mayte

Luu Cruz. dijo...

La verdad es que yo me identifiqué demasiado con la película. La parte que más parecida con mi realidad fue cuando se llevaron a su pez al río junto con la pecera, yo cuando llegué de un viaje me di cuenta que mi mamá había regalado a mi Perro Boxer de casi 2 años, y me sentí terrible, aunque como Amélie, no me pude despedir de él.