
Estuvieron presentes el Secretario de Estado de Investigación, Carlos Martínez, el Presidente del CSIC, Rafael Rodrigo y el director del CIEMAT, Juan Antonio Rubio... entre otros.
Posteriormente se sirvió un catering digno de los mejores paladares y en el que pude poner ciego perdido.

2 horas y media de pie haciendo fotos me dejaron matado, sumado a las otras tantas que había estado por la mañana en el CSIC.
Al terminar la reunión, se sirvió otro catering un poco más modesto pero que disfrutamos todos juntos. Ese viernes comí y cené por la patilla, by the face. Me marché luego a Toledo con el estómago lleno.

En vistas a que la semana pasada estuvimos en la exposición del 2 de mayo que dirige Arturo Pérez Reverte, acordamos visitar el escenario más importante de toda la jarana que se montó en Madrid hace 200 años.
Nunca había estado en la Plaza del 2 de Mayo. Me sorprendió gratamente. Es una plaza pequeña, humilde y muy tranquila. En su centro se encuentra el pórtico del antiguo parque de Monteleón, en cuya entrada lucharon ferozmente los madrileños capitaneados por los héroes Daoiz y Velarde, que cayeron muertos en la refriega francesa.
En honor a estos dos militares españoles se construye la estatua que embellece esta plaza y con la que quise retratarme junto a los dos únicos oficiales del ejército español que tuvieron los huevos de plantar cara a los franceses, conscientes al mismo tiempo de toparse con una muerte segura.
P.D. La jornada la completamos comiendo a la brisa de una terraza en la misma plaza y al finalizar la tarde nos fuimos al planetario, donde siempre llama la atención la sensación de ser la escoria más absoluta en el cosmos.
En definitiva, un fin de semana profesional, gastronómico, cultural y romántico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario