El pesimismo que se ha ido gestando a lo largo de los años con la selección española ha propiciado situaciones entre las empresas que intentan sacar algo de tajada de los triunfos de la misma.
No pocos son los establecimientos que quieren hacer negocio con el fútbol de la eurocopa o los mundiales, a los que separo en dos grupos: los bares y los centros comerciales.
La estrategia en los bares es la de ofrecer un 2x1 o la típica "hora feliz" en el caso de que nuestro combinado haga bien los deberes y de una alegría a la afición. Es una oportunidad para promocionar la imagen del local para afianzar una clientela en la época posterior al campeonato.
Por otra lado, los centros comerciales se muestran más agresivos en este aspecto. Son capaces de ofrecer importantes descuentos en el caso de que la selección gane el campeonato. Evidentemente, la experiencia a lo largo de los años no hace más que apoyar la idea de que es difícil un triunfo así. No obstante, como el domingo alcemos la copa, más de uno en su casa empezará a dar saltos, y en lugar de una copa en la mano, sostendrá el ticket de compra de ese televisor full HD.
Pero bueno, en los tiempos politicoeconómicos que corren, estos triunfos futbolísticos son los que unen a ciudadanos tan diferentes, con tantos problemas que, en otras circunstancias, no tendrían ningún punto de unión. Por un instante, esta gente se olvida de todo y sólo piensa en disfrutar el orgullo efímero de sentirse español.
No pocos son los establecimientos que quieren hacer negocio con el fútbol de la eurocopa o los mundiales, a los que separo en dos grupos: los bares y los centros comerciales.
La estrategia en los bares es la de ofrecer un 2x1 o la típica "hora feliz" en el caso de que nuestro combinado haga bien los deberes y de una alegría a la afición. Es una oportunidad para promocionar la imagen del local para afianzar una clientela en la época posterior al campeonato.
Por otra lado, los centros comerciales se muestran más agresivos en este aspecto. Son capaces de ofrecer importantes descuentos en el caso de que la selección gane el campeonato. Evidentemente, la experiencia a lo largo de los años no hace más que apoyar la idea de que es difícil un triunfo así. No obstante, como el domingo alcemos la copa, más de uno en su casa empezará a dar saltos, y en lugar de una copa en la mano, sostendrá el ticket de compra de ese televisor full HD.
Pero bueno, en los tiempos politicoeconómicos que corren, estos triunfos futbolísticos son los que unen a ciudadanos tan diferentes, con tantos problemas que, en otras circunstancias, no tendrían ningún punto de unión. Por un instante, esta gente se olvida de todo y sólo piensa en disfrutar el orgullo efímero de sentirse español.
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