jueves, 26 de junio de 2008

Rusia y su deja-vu ante España


España ha demostrado que puede ganar un partido de importancia en el tiempo reglamentario sin la necesidad de poner velas a San Iker Casillas en la tanda de penaltis. Ante el diluvio universal, la roja -convertida en amarilla- ha hundido tres veces el esférico en la portería rusa.

Ante una primera parte que ha tenido unas cuantas ocasiones para nuestro combinado, el ritmo bajó considerablemente en los últimos minutos de la misma. Ha sido tras el descanso cuando los espectadores hemos visto a una selección poderosa, digna de medirse contra los alemanes en la final que se disputará el próximo domingo.

Tres goles de autoridad en la segunda parte que han llegado con muchas cosas en contra. A saber, la lluvia, el cansancio acumulado frente a la frescura de los rusos, unido a la completa ineptitud del árbitro belga, que poco o nada a favorecido a España ante faltas y algunos penaltis clarísimos, como se ha podido constatar en las repeticiones.

Luis Aragonés optó por repetir el once titular de las anteriores ocasiones. Casillas volvió a estar impecable en las pocas ocasiones de los rusos; Puyol fue enteramente la defensa, ayudado por un correcto Marchena, Senna hizo excelente su trabajo organizando el juego y administrando el balón. Pero sin desmerecer a los goleadores, el hombre del partido ha sido Sergio Ramos, omnipresente en la sombra de los rivales. Se le ha visto crecido, muy seguro, con ganas de comerse el partido y de catapultar fuera como fuera a España a la final de la Eurocopa.

Ya poco importa lo que pase el domingo. Lejos de resultadismos, lo que importa es el juego y el espectáculo. Y en eso España se ha merecido el respeto de la afición durante el campeonato.

No hay comentarios: